PREMIADA Iº PREMIO INTERNACIONAL DULCINEA
Miguel de Cervantes.
OCTONARIOS A DON MIGUEL DE CERVANTES
Yo soy Miguel de Cervantes. Soy padre de Dulcinea.
También lo soy del Quijote y de ambos albacea.
Yo construí Barataria. Y a Sancho, gobernador.
También soñé con molinos; fui señor y trovador.
De Lepanto fui soldado y caballero español.
Yo soy quien escribiría lo que ya nadie escribió.
!Soy amigo de mis versos! Quijote de Dulcinea,
Soy el amor, soy el sueño y locura lisonjera.
No sé si la razón perdí por los campos de la Mancha
al ser solo un soñador que nunca buscó revancha.
Yo soy de Lepanto El Manco, soldado de espada y pluma,
y seré siempre manchego hasta que vida consuma
entre el trigo de esta tierra, tierra de aromas de vino
que el alma me emborracharon y forjaron mi destino.
Llevo sangre de poeta y aroma de libro viejo,
de poemas olvidados en un trocito de espejo…
Quiero gritar y gritar con mis palabras al viento
que esta tierra es tierra mía, lo juro, yo nunca miento.
Desfacedor soy de entuertos con mi lanza vencedora;
cruzo campos de la Mancha en busca de mi señora.
Tierra llena de contrastes y de sensible hermosura,
donde cantaron juglares a la más pura criatura.
Con sus molinos de viento donde el trigo se hace harina.
Donde todo es como un cuento y quedó en nuestra retina.
Sus blancos molinos, blancos, entre bellos girasoles,
donde los hombres son francos y las mujeres son soles.
Tierra de cuentos y amores; de las gentes más sencillas;
de inmortales escritores que sembraron sus semillas.
En la mancha yo quisiera, en un campo de amapolas,
antes de segar el trigo en las tierras españolas,
encontrarme a don quijote y llamarle amigo mío,
ser sus sueños y locuras y ser su libre albedrío.
Y al bueno de sancho panza en un abrazo hermanarme,
y ganarme su confianza y poder acompañarle.
¡Ay, amigo Don Quijote! ¡Ay, Sancho Panza, amigo!
Sois magos y sois azote de imaginario enemigo.
Por las tierras de Castilla quiero buscar mi fortuna,
como Alonso y como Sancho… bajo la luz de su luna.
Tierra amable, agradecida, de llanuras infinitas,
de nobleza merecida y de mentes eruditas.
De hombres sabios, hombres fuertes con manos encallecidas;
caballeros, labradores, de esta tierra tan querida.
Así amáis vuestros campos con la pasión encendida,
luchando codo con codo por la tierra prometida.
De corazones errantes, vuestro orgullo por bandera,
bandera vuestros molinos sin gigantes ni frontera.
Caballeros sin espadas, sin escudos ni armaduras;
vuestra estrella, la batalla, batalla de desventuras
donde empuñáis las azadas para labrar vuestra tierra
dando ejemplo de bravura e hidalguía en vuestra guerra.
Soy Cervantes y sus sueños, y si escribir mereciera,
el Quijote escribiría aunque las venas… me abriera.
Autor: Fernando Robles